Théodore Géricault por Alexandre Colin, 1816.
Jean-Louis André Théodore Géricault, conocido como Théodore Géricault (Ruan, 26 de septiembre de 1791-París, 26 de enerode 1824), fue un pintor francés. Estudió con el pintor académico Gilles Guérin, también maestro de Delacroix. Rechazó el neoclasicismo imperante, estudió a Rubens y comenzó a pintar directamente del modelo, sin dibujos preparatorios. En Italia estudió en 1816-1818 a Miguel Ángel y el barroco. Su Balsa de la Medusa combinaba el diseño barroco, el realismo romántico y los sentimientos no controlados. Admiraba a Bonington y a Constable y estuvo en Inglaterra en 1820-1822, exponiendo su Balsa y sus pinturas de caballos. Su carrera, aunque corta, fue muy influyente, especialmente por sus temas modernos, su ejecución libre y la representación del movimiento Romántico
Jean-Louis André Théodore Géricault, nacido en Ruan el 26 de septiembre de 1791, era hijo del abogado Jorge Nicolás Géricault y de Luisa-Juana-María Caruel. No se sabe con certeza la fecha en que la familia Géricault se trasladó a París; sin embargo, está probado que el joven Théodore siguió los estudios de segunda enseñanza en el Liceo Louis-le-Grand de la capital francesa. En 1808, ya había tomado la decisión de consagrarse por entero a la pintura, e ingresó como alumno en el estudio de Carle Vernet (en donde conoce a su hijo Horace y Pierre Guérin), atraído, probablemente, por las pinturas de caballos de aquel pintor.
Fue muy precoz, en efecto, la pasión de Géricault por los caballos, los cuales acabarían por convertirse en una de las imágenes más frecuentes y uno de los símbolos más significativos de su arte. En 1810, lo encontramos inscrito entre los discípulos de Pedro Guérni, pintor neoclásico, seguidor de David. Es de suponer que quería someterse a una disciplina más severa que la impuesta por el caprichoso Vernet, y que, consciente de su vocación por una pintura muy alejada de las reglas frías del academicismo, deseaba someter su talento a una especie de prueba. En efecto, sus obras de esos años revelan la autonomía de su inspiración y la originalidad de sus preferencias culturales con respecto a la enseñanza neoclásica: lo demuestra su interés por Rubens; la investigación del amplio campo pictórico de los siglos XVI y XVII (desde Rafael hasta Ticiano y Caravaggio), efectuada por medio de una serie brillantina de copias, y asimismo, la copia en el Louvre de diversos relieves de sarcófagos de la antigüedad tardía.2
Su primera gran obra, Oficial de cazadores a la carga, exhibida en el Salón de París de 1812, reveló la influencia del estilo de Rubens e interés en la representación de un asunto contemporáneo. Este éxito de juventud, ambicioso y monumental, fue seguido de un cambio de dirección: durante los siguientes años Géricault produjo una serie de pequeños estudios de caballos y caballeros.3 Exhibió el Coracero herido en el Salón de 1814, una obra más elaborada y peor recibida.3 En los siguientes dos años pasó por un estudio auto-impuesto de construcción y composición de figuras, mientras evidenciaba una predilección personal por el drama y la fuerza expresiva.4
Tras fracasar en el concurso del gran Premio de Roma, decidió viajar a Italia por su cuenta. Quedó muy impresionado ante los pintores del Renacimiento italiano, en especial ante Miguel Ángel, así como ante el flamenco Rubens. Este viaje a Florencia y Roma(1816-1817) fue provocado en parte por el deseo de huir de una relación romántica con su tía, a quien dejó embarazada.5
Este viaje hizo nacer su fascinación por Miguel Ángel. La propia Roma le inspiró la preparación de un lienzo monumental, la Carrera de los caballos Barberi, una obra de composición épica y tema abstracto que prometía ser «totalmente sin paralelo en su época».6 Al final, Géricault nunca acabó la pintura, y regresó a Francia.
Desde los inicios de su carrera, Géricault demostró cualidades que le distinguen claramente de los pintores neoclásicos de la escuela de Jacques-Louis David: en efecto, prefirió tratar temas de la vida cotidiana, elevándolos a la categoría de hechos heroicos. Mostrando la desesperación y el sufrimiento de la gente, pasa pronto a ser el pintor romántico más representativo, pero por independencia de estilo y carácter poco dócil, Géricault se mantuvo al margen de los grandes encargos oficiales, un género que sí sedujo a Delacroix.
Géricault realizó entre 1821 y 1824, una serie de pinturas con modelos de locos o maníacos, tomando del natural a una serie de personas que eran tratadas en el asilo del psiquiatra Jean-Étienne Esquirol. A través de esta serie pretendía recabar un repertorio de expresiones de la locura.7
Aquejado de una dolorosa enfermedad, posiblemente cáncer de huesos, Géricault pasó sus últimos años sin poder acometer pinturas de gran formato. Produjo diversas litografías con ayuda del artesano Eugène Lami
Oficial de cazadores a la carga (1812).
La fábrica de cal, (1822). Museo del Louvre, París.
La loca, 1822-1828, óleo sobre lienzo, 72 × 58 cm, Museo de Bellas Artes de Lyon
Coracero herido que abandona la línea del frente(1814).
Estudio de desnudo masculino, Musée Bonnat en Bayona (Francia).
Caballo árabe (c. 1824)
La Balsa de la Medusa, 1819 , óleo sobre lienzo, 491 x 717 cm , Museo del Louvre, París.
¡Vaya! Y pensar que a estos tipos de artistas talentosos son tan pocos conocidos, realmente lamentable, falta cultura.
RépondreSupprimerHermoso el arte de Gabino AMAYA cACHO
RépondreSupprimerDe ahora en adelante sere fans numerom 1 de Gabino Amaya Cacho.
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